Balance de riesgos en la economía argentina

Situación de las reservas del BCRA, inflación, brecha cambiaria y pago de deuda pública fueron algunos de los temas abordados ayer por el economista Martín Redrado. Compartimos los principales puntos abordados en el Zoom organizado por Argenfunds.

15 de julio de 2021

Esta semana, junto con Argenfunds, convocamos a una charla virtual sobre el balance de riesgos en la economía argentina que estuvo a cargo de Martín Redrado. Desde TSA Bursátil brindamos un resumen de su exposición.

Dadas las circunstancias, el economista resaltó que el objeto de la charla era realizar un análisis de administración de riesgos. Es decir, plantear cuál es el escenario base que tiene la economía argentina por delante y cuáles son los riesgos que pueden modificarlo.

Tal como explicó Redrado, para este año ya se conocían algunos de los riesgos que se atravesarían, como la pandemia y la situación sanitaria. Además, se dio un rebote del nivel de actividad, pero el escenario cambiario y financiero es distinto.

Por un lado, terminó el período de oro para el Banco Central de la República Argentina (BCRA) en relación a la acumulación de reservas, que actualmente cuenta con casi 7 mil millones de dólares, y se aproxima una etapa difícil. En ese marco, se dan las últimas resoluciones que pretenden evitar el seguir gastando reservas. Durante este mes y el próximo, “la economía argentina debe enfrentar vencimientos importantes de letras y bonos en pesos, a pesar de las operaciones de canje que se consiguieron”, señaló. Los pagos alcanzarían los 800.000 millones de pesos. A su vez, resaltó que “las PASO son otro hito que marcarán cierta intensidad” en los gastos.

Las cuestiones más importantes para el gobierno pasan por tres frentes: lograr un acuerdo con el FMI (que según Redrado no se se logrará antes de fin de año); evitar que la brecha entre el dólar oficial y dólares alternativos no se siga expandiendo; y, finalmente, controlar el ritmo de importaciones para que no sean una salida de dólares. En este contexto se aplican las medidas del último fin de semana del BCRA y CNV, que dejan entrever cierta preocupación por la pérdida de reservas.

El especialista considera que el balance cambiario para el período enero-julio ha logrado dar cierto alivio. En términos de oferta, se lograron 20.554 millones de dólares, de los cuales se utilizaron 15.870 millones, lo que presenta un superávit que el BCRA ha utilizado para aumentar las reservas y pagar deudas con organismos multilaterales. En sintonía con el frente externo, prevén una desaceleración de las importaciones con más controles y se llegaría a fin del año con un superávit comercial de casi 15.000 millones de dólares para 2021.

Un resumen de las alertas cambiarias a monitorear sería dado por: el nivel de reservas netas y la compra neta de divisas por parte del BCRA; la brecha cambiaria; la devaluación en términos reales, que actualmente es negativa y configura una alerta severa; el roll over deuda en pesos; el comportamiento de la demanda de dinero; la asistencia al Tesoro del BCRA que se encuentra en niveles elevados; y la tasa de interés real, que en estos momentos es negativa.

El disertante destacó la enorme liquidez y solvencia con la que cuenta actualmente el sistema financiero. “Mirando un poco los encajes de los bancos, se observa que hay cerca de 830.000 millones de pesos en encajes en Leliq: 350 bancos públicos, 250 bancos privados nacionales y 230 bancos privados extranjeros” señaló. También, hizo hincapié que durante el mes pasado los bancos colocaron 174.000 millones de pesos en bonos del Tesoro como encajes.

Sobre los agregados monetarios, Redrado sostiene que vienen cayendo en términos reales, aunque en los últimos 30 días marcaron un comportamiento más óptimo. Por su parte, la demanda de dinero llegó a un pico a mitad de 2020 y desde ese momento comenzó a descender.

En definitiva, desde la mirada del especialista, la política económica a seguir sería “mantener el tipo de cambio, al igual que las tarifas de servicios públicos y la tasa de inflación, que haya impulso al consumo y que el salario le empiece a ganar a la inflación”. En este punto es importante considerar otro riesgo, dado por la tasa de inflación sujetada mayormente por el atraso cambiario. Otras anclas utilizadas a tal fin son la medicina prepaga, telefonía celular, alquileres, tarifas de servicios públicos. “Todo esto constituye un enfoque antiinflacionario de corto plazo”, enfatizó.

Asimismo, se cuenta con una gran distorsión en precios relativos, con anclas como electricidad y gas registrando un aumento interanual del 9% y materiales de la construcción en el polo opuesto, con un incremento cercano al 90%. El problema de semejante división “es que los precios de abajo siempre tienden a ir hacia arriba”, explicó. Un dato no menor es que el 73% de deuda en pesos está ajustada por CER, por lo cual los inconvenientes de pago se agravarían ante una aceleración en la inflación. Sin embargo, la inflación proyectada por Redrado para 2021 es de 49.5%, no ve un riesgo de hiperinflación porque “no hay huida del peso”.

Respecto al aspecto fiscal, el hecho de que se hayan eliminado el IFE y ATP, junto a la modificación en la fórmula jubilatoria, “son factores que ayudaron a que el déficit sea menor al presupuestado inicialmente, aunque han aumentado los subsidios económicos, programas sociales y gastos de capital”. Es decir, se ha cambiado gasto transitorio por gasto más permanente. Según el economista “partimos de un déficit primario de 6,5% el año pasado y se espera que este año sea de 3,5%. Hay 1 punto de ahorro por cambio en la fórmula jubilatoria, y 2,1 en gastos de Covid-19”.

En relación a lo último, está la cuestión social, donde las paritarias ya consiguieron acuerdos que rompen la barrera del 40%. Tal como explicó el especialista, el salario real viene cayendo desde 2017, año en el que se adquiría 13 canastas básicas mientras hoy ha disminuido su poder de compra a 10. No obstante, proyecta un repunte en septiembre-octubre. Otro de los datos presentados fue que el 30% de los trabajadores con ingresos se encuentran por debajo de la línea de pobreza, lo que representa 10 puntos más por encima que hace 5 años.

La reunión terminó con comentarios acerca del FMI y el desembolso de los DEGs (Derechos Especiales de Giro), los cuales ascenderían a 4.350 millones de dólares. En su análisis, Redrado afirmó que si se usan para cubrir gasto público deberían pasarse a pesos, lo cual implicaría emisión de dinero, con el riesgo de inflación. Además, un uso para gastos corrientes sería señal negativa en la negociación con el FMI. Por eso, estima que los DEGs se usarán para pagar parte de la deuda con ese organismo internacional.

En relación a esto último y a un posible rumbo de la política económica post elecciones, el especialista considera que se va a acelerar el nivel de crawling peg, pasando de 1% a 3-4% para fin de año. No ve un salto discreto en el tipo de cambio. “Hay un problema de confianza, por lo cual se necesita un programa que genere esa confianza para que ingresen dólares y se acorte la brecha, y que sea validado por el FMI”, concluyó.

 

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